La pintura reconstruye sus poderes a través de la renovación de su iconografía. LELLENDA URVANA, en la singularidad contenida desde la escritura de su nombre, propone una inmersión en las opciones de la posmodernidad por medio de la recepción de narrativas cotidianas que escapan a la representación tradicional en tanto que reflejan realidades complejas, excéntricas y heterogéneas, ampliamente ancladas en la cultura popular: revistas, historietas, pasquines y leyendas contadas de boca en boca construyen el universo visual del que se alimentan los cuadros de LELLENDA URVANA. Los colores ácidos, las tintas planas y las tipologías de los personajes forman parte de una gramática de lo fantástico que no rehúye a la ilustración y a los elementos compositivos arriesgados en tanto que estos configuran una articulación de las experiencias visuales propia de la modernidad tardía y los lenguajes posmodernos. Las pinturas de esta serie apuestan por reconstruir la sorpresa de las cosas vistas, creando una narración fluida, estrambótica, soportada en la figuración pero sin hacer concesiones a un realismo pictórico.
La elección del plano de la pintura para realizar el proyecto es plenamente consciente y supone completa confianza en las posibilidades de la pintura en tanto que posee cualidades únicas para expandir su vocabulario, y para dialogar con todos los lenguajes y todas las formas contemporáneas. La pintura es una tradición siempre renovable en los términos de un discurso que efectivamente problematice la realidad multiplicando las preguntas. Esta posibilidad es precisamente la explorada por LELLENDA URVANA, al tomar formas menos solemnes pero más ricas y con un horizonte futuro. LELLENDA URVANA enfrenta el origen de estas convenciones formales, que se manifiestan como discursos explicativos de la relación entre la obra y la realidad, ampliando el registro de las cosas que la pintura puede tratar. Recrea las imágenes en un sentido lúdico, expansivo, abierto, y cotidiano bajo la hipótesis de que la búsqueda de nuevas imágenes constituye una apertura hacia la exploración de un discurso particular en las artes retinianas o hacia los territorios del giro conceptual.
LELLENDA URVANA amplía el universo de las cosas que pueden ser vistas.
FAD NOTICIAS 